Importancia
El Museo Regional de Puebla alberga una colección de extraordinario valor cultural y atractivo estético, además de formar parte del Centro Cívico 5 de Mayo Los Fuertes, integrado por el Museo de la No Intervención Fuerte de Loreto, el Monumento Histórico Fuerte de Guadalupe, el Museo Interactivo Imagina, el Planetario, el Auditorio de la Reforma y el Centro Expositor de Puebla. Esta zona es emblemática de la historia, la cultura y la vida social de la ciudad de Puebla, lo que le otorga una privilegiada ubicación al Museo Regional, teniendo la oportunidad de ser un espacio cultural central de la Ciudad y el Estado.
Historia del Museo
En el año 1962 como parte de la conmemoración del centenario de la batalla del 5 de mayo de 1862, se crea un proyecto denominado Unidad Cívica 5 de Mayo, el cual intentó ser de manera sucinta, un proyecto urbano arquitectónico que convierte una zona monumental e histórica en una especie de parque-monumento para el disfrute de la población.
Los proyectos arquitectónicos y urbanos se le encomendaron al Arq. Abraham Zabludovsky quien, junto con el Arq. Luis G. Rivadeneyra como coordinador y los arquitectos colaboradores Jorge Ferraez, Pedro Flores, R. Torres Garza y Arturo Ortega, estuvieron a cargo de los proyectos del Auditorio de la Reforma, de la fuente dedicada al Gral. Ignacio Zaragoza, de la planeación urbana de la zona, de la restauración del Fuerte de Loreto, de la consolidación del Fuerte de Guadalupe, así como de la creación de la escuela de artesanías del estado, que más tarde se convertiría en el Museo Regional y en el centro INAH-Puebla.
La creación del Museo Regional se da catorce años más tarde de que se creara la Unidad Cívica 5 de Mayo y de manera paulatina. En primera instancia, a partir de 1974 la escuela de artesanías del estado le otorga al INAH un espacio en este inmueble para albergar las oficinas regionales y el Museo Regional de Puebla adoptando su imagen actual tras la ejecución de un proyecto de remodelación en el mismo año.
En 1984 de construye un espacio adosado al lado sur poniente del inmueble de 8.50 metros de ancho por 30.50 metros de largo. Este agregado consta de dos pisos, en la planta baja se adecuó la biblioteca del Centro INAH, y en la planta alta se pensó una sala de exposiciones temporales de 4 metros de ancho y 30.50 metros de largo actualmente utilizada como área administrativa.
Durante el año 2008 se da inicio al proyecto de Reestructuración del Museo, contando actualmente con el área de servicios educativos rehabilitada y una nueva imagen tanto en fachada como en gráfica, a la fecha se han integrado nuevas piezas a la sala de Arqueología e Historia para fortalecer el discurso museológico y así poder ofrecer a nuestro público visitante un mejor servicio.
Descripción del inmueble
En cuanto a espacios el museo se compone de dos niveles el primero es un sótano donde se ubican la biblioteca (344.36 metros cuadrados), la bodega de material museográfico (187.26 metros cuadrados) y el área de servicios educativos compuesta por vestíbulo (69.08 metros cuadrados), oficina (17.82 metros cuadrados), taller (75.36 metros cuadrados), sanitarios (17.10 metros cuadrados) y auditorio (91.21 metros cuadrados).
En el primer nivel se ubican dos salas de exposición, la primera es la sala permanente (1,385 metros cuadrados) que expone el 10% de acervo con el que cuenta el museo y se encuentra distribuida por medio de un patio central (206 metros cuadrados) en cuatro secciones: sala introductoria, sala de arqueología, sala de historia y sala de etnografía; la segunda es la sala temporal (337 metros cuadrados). Espacios Públicos como: vestíbulo (148.48 metros cuadrados), taquilla (5.9 metros cuadrados), sanitarios (20.42 metros cuadrados), tienda de publicaciones y reproducciones (25.69 metros cuadrados) y oficinas (232.88 metros cuadrados).
Temáticas tratadas en el Museo Regional de Puebla
Sala de Introducción
El territorio del actual Estado de Puebla ofrece prácticamente todos los climas y regiones naturales del planeta, desde los áridos desiertos del sur, hasta las selvas tropicales de la Sierra Norte.
Sus primeros habitantes, descendientes de los que caminaron desde Siberia hasta Alaska, hacen mucho más de cincuenta mil años, se encontraron con una variedad de fauna de la cual pudieron alimentarse mediante la caza, siempre obligados a vivir en grupos para poder actuar y defenderse.
Sus descendientes, miles de años después, conformaron una muy amplia y variada región cultural llamada Mesoamérica.
Salas de arqueología
Prehistoria
Las evidencias más antiguas de actividad humana en Puebla datan de alrededor del 7000 a.C. en el Valle de Tehuacán. De esta época tenemos instrumentos de piedra como hachas, raspadores y cuchillos de piedra tallada, que los aborígenes elaboraron y utilizaron para cazar y recolectar hierbas y frutos silvestres con el fin de satisfacer sus necesidades de alimentación, vivienda y vestido. Además, podemos ver restos de cuerdas de ixtle, semillas de aguacate, ramas de amaranto y restos de mazorcas de Teozintle, esta última la primera variedad de maíz cultivada por el ser humano en el continente americano.
Época Prehispánica
Las condiciones geográficas y climáticas del valle de Puebla-Tlaxcala han sido propicias para la vida desde tiempos muy antiguos. Durante el horizonte Formativo (200 a.C. a 200 d.C.) hubo un importante proceso de ocupación del territorio; las sociedades de esa época se sostenían por medio de la agricultura. La importancia dada a la naturaleza y el progreso material dieron por resultado el desarrollo de la religión y el pensamiento mágico. Un ejemplo de esto son los enterramientos humanos, en los que el cuerpo del difunto se colocaba ataviado con joyas de piedra verde y protegido dentro de un “cerco mágico”.
La alta cultura floreció durante el horizonte Clásico (200 d.C. a 900 d.C.) en el Valle de Puebla. La ciudad más importante de la época fue Cholula, ciudad sagrada donde confluyó una amplia diversidad de culturas. Un elemento importante de esta etapa es la cerámica de tipo Anaranjado delgado, producida en el área de Ixcaquixtla, al sur de Puebla, y que estaba entre las mercancías más finas y preciadas que circulaban en Mesoamérica.
El museo cuenta con una excelente muestra de cerámica policroma tipo códice, producida por los alfareros cholultecas durante el horizonte Posclásico (900 d.C. a 1521 d.C.). El imperio mexica dominó gran parte de Mesoamérica durante esta época, y las evidencias de esto se encuentran diseminadas por todo el estado de Puebla. El museo posee una escultura modelada en barro que representa a Xipe Tótec, dios de la primavera, recuperada de las exploraciones de Tepexi el Viejo, que nos muestra la influencia de la religión de los mexicas en la región mixteca en las postrimerías de la época prehispánica.
Salas de historia
La Conquista de México
El Lienzo de Tlaxcala ilustra la entrada de los conquistadores españoles en el valle poblano-tlaxcalteca. El cambio social de este periodo se evidenció en varias piezas escultóricas, como el perro cubierto de plumaje –no de pelo–, procedente de Tepeaca, y la pila bautismal de Tecamachalco, en las que podemos ver la mano de obra indígena interpretando las ideas y la religión impuestas por los conquistadores.
La época colonial
Durante el virreinato, Puebla fue una comarca agrícola e industrial de primer rango. Desde su fundación fue núcleo de industrias como la textil, del vidrio, jabón, carpintería, herrería, albañilería, ebanistería, curtiduría, talabartería, platería y loza. En el museo podemos apreciar una amplia variedad de objetos de talavera poblana, esculturas de madera estofada y pintura. La mayor parte de estas piezas proceden de sitios y actividades relacionadas con la religión, dado que Puebla se destacó durante la época colonial como una ciudad devota.
Durante el virreinato, Puebla fue una comarca agrícola e industrial de primer rango. Desde su fundación fue núcleo de industrias como la textil, del vidrio, jabón, carpintería, herrería, albañilería, ebanistería, curtiduría, talabartería, platería y loza. En el museo podemos apreciar una amplia variedad de objetos de talavera poblana, esculturas de madera estofada y pintura. La mayor parte de estas piezas proceden de sitios y actividades relacionadas con la religión, dado que Puebla se destacó durante la época colonial como una ciudad devota.
El periodo independiente
Esta época está marcada por el desconcierto en la población por causa de los acontecimientos políticos y militares, ya que durante tres cuartos del siglo XIX la ciudad sufrió diez sitios y numerosos trastornos sociales; de estas actividades militares se cuenta con algunos cañones, armas y uniformes.
El Porfiriato
De este periodo (1876-1911) se exhiben una carroza y algunos elegantes vestidos que nos permiten apreciar la opulencia con que vivían las clases privilegiadas. Seguido de estos tenemos una muestra de objetos como cascos y sombreros militares, así como de armas y utensilios de la época.
La Revolución Mexicana
Puebla ocupa un puesto importante en el proceso de cambio político y social del siglo XX. En el museo se hallan libros, pasquines y fotografías que ilustran el ambiente revolucionario que culminaría con la gesta heroica de los hermanos Serdán, que daría inicio a la Revolución mexicana en noviembre de 1910, y que sería el origen de la conformación del México contemporáneo.
Salas de etnografía
Tecnología regional de Puebla
El México contemporáneo es un mosaico pluricultural, en el cual la población rural tiene un importante papel. El museo posee una amplia muestra de instrumentos, herramientas y utensilios utilizados por diversas comunidades campesinas en sus actividades productivas. Podemos ver maquinaria para beneficio del café de la Sierra Norte, sistemas para el desarrollo de la apicultura, instrumentos para la producción de cerámica, instrumentos para recolección de pulque, todos de diversas regiones del estado.
Además, podemos apreciar algunas muestras de tejido en ixtle y palma, ebanistería, herrería, curtiduría y peletería. Esta muestra incluye tecnología de origen prehispánico y colonial; de origen externo y local.
La vida cotidiana
En el museo podemos percibir la cultura de una manera íntima, puesto que es un mecanismo no natural que la humanidad ha desarrollado con el fin de sobrevivir y reproducirse. De esta forma, junto con las grandes obras del ingenio humano, se consideran a los objetos de la vida diaria como elementos vitales que nos vinculan con la naturaleza. La vida cotidiana está representada en el museo por una serie de objetos como muebles, ropa, juguetes, medicamentos y útiles escolares que en la época contemporánea forman parte de nuestra cultura popular.
La danza en las regiones del estado
La danza es un elemento cultural de gran trascendencia. Existe la danza y el baile como diversión o como actividad artística; sin embargo, también puede tener carácter ritual. El museo tiene una colección de trajes y máscaras que nos dan cuenta de la diversidad cultural y la riqueza artística de Puebla. Por ejemplo, de la danza de Los Voladores, de la Sierra Norte; Los Tecuanes, que proviene del sur del estado; las danzas Los Negritos y Los Huehues, más típicas de la región central, entre otras.
El ciclo de la vida
La cultura, como característica propia de la condición humana, está marcada por el ciclo de la vida en sus diferentes etapas. En el museo se exhibe una colección de ornamentos elaborados en papeles de colores, tela, cera y plástico, que hace referencia a la vida de un ser humano desde su nacimiento, pasando por el matrimonio y, finalmente, la muerte. Esta colección proviene de San Gabriel Chilac, en el sur de Puebla, y con ella culmina nuestro recorrido por el museo.
Recomendaciones
No tocar los objetos expuestos
No fumar dentro de las áreas de exposición
No filmar escenas u objetos con cámaras cinematográficas o de televisión (solo con permiso y pago correspondiente de 45 pesos)
No entrar con paraguas, bolsos o paquetes de cualquier naturaleza
No introducir alimentos, bebidas, aparatos musicales, animales y mascotas. Por último, se recomienda entrar antes de las 17 horas para poder realizar con tranquilidad el recorrido.
No fumar dentro de las áreas de exposición
No filmar escenas u objetos con cámaras cinematográficas o de televisión (solo con permiso y pago correspondiente de 45 pesos)
No entrar con paraguas, bolsos o paquetes de cualquier naturaleza
No introducir alimentos, bebidas, aparatos musicales, animales y mascotas. Por último, se recomienda entrar antes de las 17 horas para poder realizar con tranquilidad el recorrido.
Servicios disponibles en el Museo Regional de Puebla
En este museo hay taquilla, sanitarios, expendio de reproducciones y publicaciones del INAH, auditorio, biblioteca y también se realizan visitas guiadas con previa solicitud de las mismas.
Horario
Martes a domingo de 9 a 18 horas.
Costo de acceso
Entrada general: 60 pesos.
Contactos
Teléfono directo y fax: 01(222) 235 – 9702.
Directora del Museo Regional de Puebla
Mtra. Delia del Consuelo Domínguez Cuanalo
Correos electrónicos: docuanalo@yahoo.com.mx / murep.inah@gmail.com
Teléfonos: 01(222) 235 – 9421 / 01(222) 235 – 1923 / 01 (222) 236 – 0326. Ext: 298009
